En un paseo por la zona del Barrio Barcelonense de San Gervasio, tuve la oportunidad de revivir el reciente pasado de los últimos años aceptables del Tranvía Blau. Me enconté el precioso Nº 10 de ésta especial línea en los ensayos de grabación de un cortometraje Universitario.
Pese a todo fue una sorpresa agridulce, sabiendo que pocas veces se pueden contemplar estas maravillas de la Arqueología Industrial en marcha, ya que muchos de sus iguales (los que realizan el servicio) han sido mancillados técnica y estéticamente, destrozando su originalidad, su gran fiabilidad de más de 100 años, y su mecánica básica y eficiente.
Ahora vemos tristemente, como equipan a los reformados con sistemas electrónicos y anacrónicos, que limitan la habilidad del Tranviario en sus acciones y maestría con la regulación manual de los puntos de Reostáticos de tracción y frenada eléctrica, y con el freno cadenero.
De poco sirve mantener el patrimonio, si después por ideas políticas, se magulla su estado original.
El progreso, por el progreso.